El proyecto es audazmente lúdico, utiliza la geometría desde una nueva perspectiva, la idea es magistral, y demuestra que de la "necesidad puede hacerse virtud", ya que el proyecto se ubica en Queretaro, ciudad declarada patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO en 1996 incluyendo la periferia industrial: el nuevo edificio debe respetar algunas normas, entre ellas tener un pórtico con arcos. Rojkind afrontó el problema a partir de una reinterpretación del arco y del pórtico.
Partiendo de una geometría sencilla, construye 3 volumenes irregulares, que intercepta con una serie de esferas, por medio de un genial ejercicio de sustracción de volumenes, los arcos que surgen, generan a su vez el portico de acceso a los edificios.
La sustracción de los volumenes de las esferas provocan que el edificio tenga la apariencia de "haber sido mordido", lo cual nos remite inmediatamente a la acción de comer, idea principal en las empresas de alimentos.
El diseño espacial exterior fue concebido para reflejar solidez y estabilidad, como condiciones de una empresa seria y socialmete responsable, además el color blanco metalizado nos remite a la pureza e higiene con que esta empresa elabora los alimentos, las esferas que se sustraen de los prismas rectangulares, brindan al edificio ligereza, haciendolo menos masivo, al mismo tiempo que lo convierten en un espacio dinámico y moderno, como condiciones esenciales en el diseño de estos laboratorios que reflejan que Nestle se encuentra a la vanguardia en investigación y tecnología alimentaria.
Al interior el espacio gana un gran dinamismo, debido a las cupulas creadas por la sustracción de las esferas, es un gran acierto de Michel Rojkind, el hacer parecer que se juega con los espacios, y junto con el portico son enfatizados por medio del color amarillo, que se asocia a la creatividad e inteligencia, propios de un centro de investigación en alimentos.
Algunos espacios son enmarcados con un color azul cielo, reflejando tranquilidad y sabiduría, y el resto de los espacios están pintados de blanco.
La reinterpretación del portico y de los arcos, hacen que el proyecto no compita con el entorno tradicional de la ciudad, y que genere su propia morfología, que no contrasta radicalmente con el entorno, sino, más bien se integra armoniosamente.
Dejamos también la planta arquitectónica, los alzados y secciones, para que se observe un poco más claro el dinamismo interior.